el Viento y el Dragón


El dragón se elevó imponente sobre las nubes. Se detuvo un instante y lanzó un gruñido que estremeció las montañas kilómetros a sus pies. Ese alarido atrajo a la Dama del Viento: “¿por qué gritas de esa manera?”, le preguntó, a lo cual el Dragón blanco respondió: “Porque soy el Dragón más poderoso, dueño de los cielos... Y nadie puede impedirme que haga lo que se me plazca”. Y así nuevamente lanzó por sus fauces un fuerte sonido desafiando a la bella Dama. Ella, entre la lástima y la compasión que le inspiraba aquella criatura, tomó una decisión, le dijo: “Lamento hacerte esto, pero he de darte una lección” y detuvo la brisa que sostenía al inmenso Dragón, que cayó velozmente a la tierra, batiendo sus alas furiosamente sin que éstas le sirvieran de nada... El viento le había dado la espalda.

el Viento y el Dragón

15.12.07

Capitulo II (Parte 3)

Los cinco atravesaron la verja e ingresaron a los jardines de flores blancas. Los capullos perfumaban el aire con un aroma único y particular, con tonos frescos y levemente dulces, como un jazmín fresiado. Cerca de la fuente que se encontraba en el centro de las flores, hallabase una figura agachada, oliendo las flores. Al verlos, la Dama se incorporó sonriente.
-Dichosos mis ojos al verte mi pequeña. Estaba preocupada, las estrellas se agitaban con inusual destello este atardecer. Temí que algo pudiera haberles pasado antes de reunirse con Artemis.- La Dama extendía sus brazos hacia la hechicera cuando ésta atravesó el portal del castillo. Nojami le sonrió. Estaba cansada, pero ver a Cielo la vigorizaba, su energía se introducía por sus ojos, y la hacia sentirse feliz en lo más profundo de su alma. Esteban, Ismael con su hija aún en brazos, y Artemis presenciaron ese abrazo con sonrisas en sus rostros. -Debéis estar muy cansados, entremos. Luna se ha encargado de preparar la bienvenida. Podréis descansar, y luego nos reuniremos para hablar con detenimiento del futuro que nos espera.- El tono de la voz de la Dama ahora era serio. Miró a Esteban a los ojos, y comprendió que algo dentro del guerrero lo llenaba de dudas. Artemis simplemente deseaba ver a Luna y descansar. Al mirar a Ismael, se topó con sentimientos encontrados, de lucha y de huida. Lentamente bajó la mirada hacia la criatura que llevaba en los brazos el guerrero. Era hermosa como su madre, el cabello negro como el ópalo, su piel clara. Dormía apaciblemente justo al pecho de su padre. -¿Qué nombre le han puesto Nomi?- Interrogó Cielo, mirando aún a la niña que soñaba.
-Jakiru.- Dijo la hechicera sonriendo. Cielo le devolvió una sonrisa.
-Bello nombre... Jaki, le queda bien.- La dama suspiró. Luna salió del castillo y se dirigió hacia ellos con su paso ágil de felino.
-Han llegado, ¡se retrasaron una hora!- Los regañó la pantera.
-Yo también te extrañé, Luna.- Rió Esteban. Se sentía relajado allí, a salvo del pasado.- Me iré a acostar un momento antes de cenar. Ven Ismael, te enseñaré donde dormirán.- Y ambos hombres se retiraron, dejando previamente a la niña en brazos de su madre. Luna observaba a las damas como se miraban una a la otra. Artemis se las ingenió para apartar a la pantera de su curiosidad y llevarla dentro del castillo, diciéndole que necesitaba contarle las cosas que provocaron su retraso.
Nojami y Cielo quedaron solas en el jardín, ambas miraban a la bebé dormir tranquilamente. Cielo fue la primera en romper aquel silencio. -Nojami, me alegro de que llegaran bien. Por un minuto dudé de las profecías de Destino. Que tonta... No. No me digas que no. Yo también puedo equivocarme. Pero veo que esta vez he acertado, y con alegría. Esa niña es preciosa. Heredó cosas tuyas en cuestión de magia, sin embargo, siento en ella el alma guerrera de Ismael. Mañana por la noche llevaremos a cabo la última fase. Y ella será protegida por toda la eternidad con la Luz de las Lunas. A partir de mañana a la noche, ella comenzará a adquirir la magia de la luz. Y cuando pueda comprender el lazo que la une a la vida, comenzará su entrenamiento. Mientras, deseo que tu e Ismael viváis aquí. Ella necesita a sus padres los primeros años de vida.- Terminó la Dama.
-Y así será, Cielo. Te lo agradezco.- Respondió la hechicera. Miró nuevamente a su hija. El amor en su pecho hacía cálida su mirada. La niña sonrió, quizás únicamente porque estaría soñando con alguna cosa agradable, pero su madre se enterneció. Levantó la vista al rostro de Cielo. Veía esa misma calidez en su mirada. Definitivamente era el destino, Jakiru sería muy pronto la resurrección de una raza extinta, las Guardianas del universo, La Guerrera de la Luna.

2 comentarios:

Princesa Dariak dijo...

Jakiru... tu leyenda personal.
Protecciòn de la luz de Lunas, obviamente estamos en un mismo camino, encontrandonos en los instantes.

Dariak fue entrenada por el Angel sin Nombre.

Abrazos de luz, gracias por compartir parte de tu vida, en estas letras que me dejan pensando en mi propia leyenda...
Seguimos en contacto, bajo este espiritu que entre sueños nos enseña, mi saludo, una venia!

Princesa Dariak dijo...

Tambièn elegì un dibujo de Ciuelo en un viejo blog que cerrè... la misma guerrera en otra posiciòn...
Abrazos de luz